Los cristianos han entendido tradicionalmente la muerte de Jesús en la cruz como un Cordero de Dios al entender en Él un sacrificio voluntario (teniendo en cuenta que no habló en su defensa durante su juicio), que de esa forma logró pagar por el pecado de la humanidad y hacer posible la salvación. La mayoría de los cristianos proclaman este sacrificio a través del pan y el vino de la Eucaristía, como un recuerdo de la Última Cena, y muchos también conmemoran el evento el Viernes Santo de cada año.
Antes de su ejecución se efectuó en Cristo el cruel preludio de la flagelación. Una revista de la Asociación Médica Estadounidense, The Journal of the American Medical Association describe así la práctica romana: “Por lo general el instrumento que se usaba era un látigo corto (flagelo, flagra horrible) con varias tiras de cuero sueltas o trenzadas, de largo diferente, que tenían atadas a intervalos bolitas de hierro o pedazos afilados de hueso de oveja [...] Cuando los soldados romanos azotaban vigorosamente vez tras vez la espalda de la víctima, las bolas de hierro causaban contusiones profundas, y las tiras de cuero con huesos de oveja cortaban la piel y los tejidos subcutáneos. Entonces, a medida que se seguía azotando a la víctima, las heridas llegaban hasta los músculos esqueléticos subyacentes y producían tiras temblorosas de carne que sangraba”.
No se sabe cuantos latigazos recibió Cristo, pues según la costumbre judía solo se daban 39 golpes, mientras que los romanos solían flagelar mucho más. La humillación de Cristo, lo que incluyó que lo disfrazaran de rey con un manto rojo, una caña en su mano derecha a manera de cetro y una corona de espinas, parece seguir una costumbre de las legiones que escogían a un esclavo en las saturnales de fin de año, para vestirlo de rey, humillarlo y luego sacrificarlo. Los soldados romanos le escupieron y golpearon. Se burlaban de él diciendo: «Saludos, rey de los Judíos»
A diferencia del arte cristiano y de ciertas obras cinematográficas, el reo tan solo cargaba una viga de 1,5 a 2 m de largo y de no más de 35 a 50 kg de peso, sobre ambos hombros, a manera de yugo, llamada patíbulum, antenna o furca, la cual solía usarse de viga transversal. Pues una cruz clásica completa se estima que pesaría alrededor de 110 a 135 kg, haciéndose imposible que un hombre debilitado por la tortura pudiera cargarla. En los evangelios se describe como se carga la cruz diciendo que es “alzada (αρατω [arato])” del suelo, lo que parece referirse a la costumbre romana de cargar el patíbulum sobre ambos hombros. La concepción popular cristiana de Jesús cargando la cruz entera sobre uno de sus hombros se presenta bastante tarde en el arte cristiano. La representación más antigua conocida, es cerca del 430 d. C. La confusión deriva de que la palabra griega para cruz (stauros) también es usada en las fuentes clásicas para referirse a cualquier parte constituyente de la misma, y no necesariamente a la cruz completa.
Era común que los grupos de ejecución estuvieran compuestos de cuatro soldados y un centurión, y que estos pudieran reclamar los bienes de la víctima como parte de su salario (expollatio). En efecto, la Biblia narra que, tras crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestiduras.
También, a diferencia de lo representado tradicionalmente en el arte cristiano, el profesor Josef Zias, antropólogo de la Universidad Rockefeller y ex curador del Departamento de Antigüedades y Museos de Israel, cree que las crucifixiones en Judea no habrían sido en cruces muy altas, en vista de que la madera más disponible para ejecuciones sería la de olivo y estos árboles no son muy altos, lo cual sugeriría que las personas eran crucificadas “a la altura de los ojos del observador”.
La cruz de Cristo
La teoría más aceptada es la de la temprana tradición eclesiástica, que consiste en la típica cruz immissa (con el travesaño abajado). El Evangelio de Mateo dice que el ‘‘titulus’’ fue puesto “por encima y arriba” de la cabeza de Jesús. (Gr.: ‘‘Επανó (Epanó)’’, de la preposición “épi”: “Encima”, y “ana”: “Por sobre” ). Si a Jesús se le hubiese fijado en otro tipo de cruz, el ‘‘titulus’’ se habría puesto sobre sus manos o a una altura que le habría dificultado incorporarse para respirar. El profesor J. H. Bernard indica que esta declaración en Mateo “sugiere que la cruz era de la forma llamada crux immissa, con un travesaño para los brazos, como los pintores generalmente han representado que es.” La "International Standard Bible Encyclopedia" hace la misma observación: “La forma que normalmente se ven en las pinturas, la crux immissa (Cruz Latina “+”), es aquella donde el poste derecho se proyecta con un travesaño más corto. Por la mención de la inscripción clavada sobre la cabeza de Jesús, puede seguramente inferirse que ésta era la forma de la cruz en que Él murió.”DESPUES DE VER ESTAS PRUEBAS, PUEDES PENSAR PORQUE AGUANTO TODO ESO PARA QUE TU NO ESTUVIERAS CLAVADO EN ESA CRUZ, QUE ES EL CASTIGO JUSTO POR TODA TU VIDA EGOISTA, NARCICISTA Y PECAMINOSA, EL ELIGIO IR EN VEZ DE TI, PARA QUE SEAS PERDONADO DE TODAS TUS FALTAS Y SEAS CONSIDERADO UN HOMBRE JUSTO EN FRENTE DE DIOS..... PIENSALO BIEN.... MUY BIEN.

No hay comentarios:
Publicar un comentario